jueves, 2 de febrero de 2017

Resumen Fotopaseuco de Santander


Un año más, nuestra Asociación, propuso finalizar el año con un paseo fotográfico por la ciudad de Santander. El fresco del mes de diciembre no impidió que los más madrugadores, estuvieran en la Plaza del Ayuntamiento, preparados para disfruta de  la fotografía urbana. 


Buscando esas instantáneas entre las calles, nuestros pasos nos llevaron hasta la Plaza de Pombo, buscando unos rayitos de sol para calentar el cuerpo.  Poco  a poco nos  acercamos a una de las zonas con más solera de la ciudad: El Río de la Pila; Seguramente muchos de nuestros socios desconocerán las historia de esta calle y de dónde viene su nombre:Esta popular zona de Santander debe su nombre a un manantial que vertía sus aguas a un arroyo que discurría hasta la pequeña ensenada que estaba junto a la Puerta de la Mar de la muralla que rodeaba la villa de Santander. El manantial se sitúa en la zona antes conocida como Despeñaperros, al final de la calle. El agua de dicho manantial se aprovechaba para surtir una fuente situada en el centro de la plaza y algunos lavaderos. En 1769, en un "Reglamento de limpieza y policía", ya aparece el nombre de Río de la Pila, y en un plano de 1822 se traza la calle que, con pocas variaciones, ha llegado hasta nuestros días. En 1837 el lugar ya era considerado como un barrio fuera de la población. En 1868 los vecinos del Río de la Pila propusieron al Ayuntamiento abrir un camino, al final de la calle, para acceder al Prado de San Roque. El problema que presentaba dicha propuesta era el gran desnivel existente, de un coeficiente tan elevado que los reglamentos de sanidad y urbanismo de la época no lo permitían. Sin embargo, dicha propuesta se llevó a cabo mediante escalinatas y rampas adaptadas al abrupto relieve de la ladera. Información extraída de Escenas de Santander).  Curiosamente, hace muy poquitos años, El ayuntamiento de Santander , instaló un funicular  y unas rampas mecánicas para facilitar la comunicación de los vecinos entre esta zona y el antiguo cuartel militar, hoy zona deportiva y de ocio. Así que , a ellas nos dirigimos para llegar al alto, donde algunos compañeros utilizaron este servicio gratuito para tirar unas fotucas divertidas y entrañables. Ya arriba,  unas maravillosas vistas de la bahía de Santander nos esperaban.

  Ya, cuesta abajo, nos dirigimos hacia el centro, plaza del Pombo y Mercado del Este, a tomar un vermout y unas aceitunitas . Allí nos  juntamos con los fotopaseantes menos madrugadores. Charla animada y reencuentros con amigos . 

A eso de las dos, fuimos caminito hacia el restaurante, no sin antes hacer la parada de rigor para la foto de familia. ¿ Y quién fue el fotógrafo del grupo?? Pues J. Adolfo un artista callejero con su cámara antigua, que cerca del edificio Botín, se gana la vida los fines de semana. Por cierto, ya fue nuestro fotógrafo en el Paseuco de 2015, y se acordaba de nosotros. A la voz de : mirando al pajarito, inmortalizo ese momento.



Sobre las 14.30 llegamos al restaurante New Ferry, donde degustamos el menú que un año más nos prepararon para este evento. Hablamos sobre salidas, cursos talleres, viajes... 


Ha sido un gran año fotográficamente hablando; muchas satisfacciones nos han dejado nuestros paseos y encuentros. Veremos que nos trae el 2017, un año muy especial para nuestra Asociación ya que se cumplirán 10 años desde su creación.